Hay cocinas que me enamoran nada más verlas, que desearía tener en mi propia casa y de las cuales no saldría en mucho rato, esas que tienen encanto y personalidad propia.
Esta lo reune todo, ese salpicadero de color verde menta, esa mezcla de lo viejo y nuevo, ese espejo colocado estratégicamente para que se refleje los ladrillos visto de la pared.
Los suelos de madera acentúan su calidez, combinado con baldosas hidráulicas, y esa maravillosa puerta por donde entra mucha luz natural.
Que se puede pedir más a una cocina. Pero sí además quieres ver la casa que es igual de bonita y con mucho encanto, puedes verla aquí en Planeta Deco
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¡¡Feliz Martes!!