Fascinado con la casa de Luis Galliussi en una isla mágica, Ibiza. Una casa comprada hace más de 10 años en completa ruina, donde la reconstruyo con muros de cal blanca y piedra de mampostería. Me acuerdo de mi niñez, pues mis abuelos maternos se dedicaban precisamente a esto, a la cal, para pintar las paredes de las casas, donde yo pasaba largos veranos -creo que por eso puse al blog Ambrosía, haciendo honor a mi madre y abuelos- en fin que me voy de lo que os quería contar.
Luis Galliussi define su casa así “La casa es manejable, fresca, nada ceremoniosa. Todo el Mediterráneo que amo se concentra bajo mi chamizo”.
En su interior, nos encontramos con paredes en un blanco impoluto que ofrece este material, la cal. Referente a su decoración es bastante ecléctica, en la primera imagen podemos ver un armario náutico de la bretaña francesa, colgando del techo una red de pescador, una alfombra étnica de color rojo comprada en Córdoba Argentina, la ciudad natal de Luis, muy llamativa, los cojines que descansa en las sillas huevo, compradas en Oporto y realizadas en mimbre, el sofá encontrado en un contenedor, un sinfín de tesoros en esta estancia. Pero no debéis de perder la magistral composición de infinidad de recuerdos y objetos que ha ido acumulando a lo largo de los años y que han encontrado su sitio en esta casa de Ibiza.
Fotos: Ricardo Labougle via web AD